Vayan y prediquen el evangelio

Esta cita (que muchos atribuyen a San Francisco de Asis, aunque al parecer no se conoce exactamente la fuente) debería ponernos a pensar: ¿cómo podríamos predicar el evangelio sin hablar? Generalmente creemos que predicar el evangelio significa hablarle a otros de Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Sin embargo, ¿qué pasa si predicas sobre el evangelio… pero no vives conforme a lo que predicas? La gente fácilmente dirá que entonces ni tú mismo crees en aquello que dices.

El evangelio debe vivirse, no solamente ser expresado con palabras. Lucas escribe en el libro de los Hechos:

 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar.

Hechos 1:1

El Señor Jesús predicaba y enseñaba sobre el reino de Dios, pero Él vivía lo que enseñaba. La meta del cristiano debe ser ser como el Maestro. ¿Vas a necesitar palabras? Definitivamente, pero si la gente ve que vives lo que predicas, entonces creerán en verdad, por el testimonio de Jesús en ti.