Hay diferentes opiniones en cuanto al autor de esta cita. Algunos se la atribuyen a Thomas Guthrie, mientras que otros se la atribuyen a J. A. Wallace debido al poema donde incluyó esta oración. Sea como fuere, esta cita es una verdad innegable. Al orar, Dios escucha lo que decimos y actúa en respuesta, aunque pareciera que no responde exactamente como queramos. La Biblia nos enseña que debemos orar los unos por los otros; también nos dice que oremos por Jerusalén. ¿Por qué nos lo dice? Para que haya una respuesta divina a esa oración.
Abraham, cuando se puso delante de Dios para interceder por Lot, permaneció allí y recibió una respuesta a su acción: Dios envió Sus ángeles a salvar a Lot y su familia. La oración es poderosa, ¿no crees? Esto no significa que le torceremos el brazo a Dios, pero Él sí responderá a la oración de Sus hijos, y les mostrará Su voluntad al hacerlo.