Requisitos previos y preparación para el estudio bíblico- Hermenéutica V

¿Requisitos previos para estudiar la Escritura? ¿En serio los hay? La respuesta es sí. A veces creemos que podemos acercarnos a la Escritura y comenzar a estudiarla sin antes prepararnos y cumplir algunos requisitos; pero no es así, ya que sí hay requisitos para que Dios pueda hablar a nuestros corazones mediante nuestro estudio. Hablaré primero de los requisitos previos, y luego de la preparación adecuada para comenzar el estudio.

Requisitos previos

Un corazón hambriento

El hombre saciado desprecia el panal de miel; pero al hambriento todo lo amargo es dulce.  Pr. 27:7

El hombre saciado desprecia el panal de miel; pero al hambriento todo lo amargo es dulce. Pr. 27:7

Debemos pedir por mantener un corazón hambriento de la enseñanza del Señor, y anhelar que haya un aprecio por cada cosa que Él quiera enseñarnos en la Escritura. Existe un peligro en no tener hambre espiritual: cuando alguien no tiene hambre espiritual desprecia las cosas que otro quiere mostrarle, ¡incluso aunque sean revelaciones preciosas! Debemos tener esa hambre espiritual para que todo lo que Dios quiera enseñarnos sea algo dulce, que quede guardado como un precioso tesoro en nuestro corazón.

Un corazón disciplinado

Si estudiamos así para los exámenes, ¿por qué no hacerlo con la Escritura?

Si estudiamos así para los exámenes, ¿por qué no hacerlo con la Escritura?

Debemos estar dispuestos a trabajar duro. Sí, una tacita de café no cae nada mal, pero no debiéramos tomar recesos de 40 minutos para revisar conversaciones, noticias o algo que distraiga nuestra atención de la Escritura.
Es importante que anhelemos aplicar lo que las Escrituras dicen; si Dios nos habla algo entonces debemos ponerlo por obra, y no sólo dejarlo en las notas. ¿Para qué querría un doctor estudiar libros y libros de anatomía si no espera poder aplicar su conocimiento? Así nosotros, si queremos estudiar la Escritura es porque queremos poner en práctica aquellas verdades que encontremos en ella. Si Dios te habla algo durante el estudio, debes estar dispuesto a obedecerlo, aunque parezca muy difícil o imposible; recuerda que lo «lo que para los hombres es imposible, es posible para Dios» y «Él da gracia a los humildes».

Preparación

Además de tener esos requisitos, necesitamos preparar nuestro corazón con oración. Al estudiar la Escritura tenemos la necesidad de ser iluminados por el Espíritu Santo, para que Su obra afecte la forma en que caminemos. Por ello debemos pasar tiempo orando previamente, para que nuestro corazón esté abierto a la voz del Espíritu Santo hablándonos a través de cada pasaje. Al orar, debiéramos orar como el salmista lo hacía:

Psa 119:17 Haz bien a tu siervo; que viva,
Y guarde tu palabra.
Psa 119:18 Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.

El estudio bíblico va más allá de sólo leer; una preparación adecuada acompañada de oración nos permitirá estar en la mejor condición para poder comprender mejor lo que leamos y para escuchar el susurro del Espíritu Santo, hablando a nuestro corazón. ¡Estemos preparados!

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