Cómo surgió todo…

Del papel a la computadora

Tenía la inquietud de hacer saber a otros usuarios que una computadora podía utilizarse de muchas maneras posibles, y de una forma mucho más provechosa a lo que normalmente una persona la utiliza. Esta inquietud surgió debido a mi propia experiencia, pues durante años de usar la computadora no la aprovechaba de manera eficiente. El tomar apuntes era sufrimiento, pues no podía escribir utilizando todos los dedos. La consulta y respuesta de e-mails era lenta y confusa, buscando entre un mar de correos SPAM (inserte aquí la típica broma de Mercado Libre ¬¬). La organización de mis archivos era terrible. ¿Virus? Siempre dispuestos a invadir mi computadora, aunque la verdad en muy pocas ocasiones se me ha infectado; creo que sólo como tres. En fin, no aprovechaba bien mi computadora.

Por otro lado, había más problemas: mis bolígrafos se perdían misteriosamente cada día, por lo que tenía que comprar nuevos para poder escribir en mi agenda. Mis calendarios se rompían o se doblaban por el uso. Las notas tomadas en libretas sacaban piernas y se esfumaban sin dejar rastro. ¿Qué podía hacer? Tenía una computadora, donde todos los procesos hechos en libretas, agendas y calendarios podían tenerse a la mano en pocos segundos y bien organizados. La pregunta era, ¿convenía hacer el cambio de papel a computadora? A través del tiempo fui haciendo una transición y me di cuenta de la gran ventaja que tenía al emplear la computadora para llevar control de mis agendas, notas, calendarios, etc. Con esto no pretendía eliminar el papel de mi vida, sino más bien aprovechar mi computadora de una mejor manera posible. Con el paso del tiempo aprendí más y más cosas que me ayudarían en un futuro a establecer un buen plan de uso de la computadora.

El estudio bíblico entra en escena

Pero ya que había aprendido mucho, ¿por qué no compartirlo con otros? Pensé que sería una buena idea dar a otros a conocer lo poco que había aprendido, y ayudar a tener un mejor uso de la computadora, pero ¿cómo hacerlo? Por mucho tiempo nunca pensé en la posibilidad de crear una página, o en este caso un blog, en el cual pudiera compartir esa información.

Fue después de mucho tiempo, y tras tomar un tiempo para el estudio de la Escritura en un Instituto Bíblico (siempre con la idea de compartir la experiencia aprendida con la computadora y poniéndolo en práctica con mis compañeros), que decidí tomar la iniciativa y  compartir con otros lo que por experiencia había adquirido y, viendo que ahora podía unir el estudio bíblico con la tecnología y la informática, darle un enfoque nuevo a mi antiguo deseo por compartir mis pocos conocimientos informáticos. Ya no sería sólo el compartir información sobre tecnología e informática sencillas, sino que ahora habría también cabida para información sobre el estudio de la Escritura utilizando herramientas informáticas (y manuales también, por supuesto). Por tanto, a la hora de crear el blog, el enfoque principal se convirtió en estudio bíblico y tecnología e informática sencillas. Ya no sería sólo compartir conocimientos de computadora, sino que ahora podría compartir algo que ayudaría a la edificación de otras vidas. La idea estaba completa ahora, pero se necesitaba un nombre para el sitio. ¿Cuál podría ser?

Cómo surgió el nombre

Escoger el nombre fue una parte importante para el blog, y algo difícil también. Queriendo unir el concepto de informática y estudio bíblico no lograba encontrar un nombre adecuado. Un día, mientras platicaba con un amigo, surgió un recuerdo del maestro de la clase de Hermenéutica, el cual dijo: «Habrá algunos que al verme me llamarán ‘el hermenéutico’, debido a la gran cantidad de reglas que veremos en este curso«. Mi amigo y yo no pensamos eso, pero nos causaba gracia el nombre «El Hermenéutico». Después de comentar con ese amigo la idea de crear una página sobre informática y ayuda para el estudio bíblico, me preguntó: «¿Por qué no le pones, ‘El Hermenéutico’?». Lo pensé por un momento y me di cuenta de que era un nombre muy bueno y que traería gratos recuerdos para algunos de mis compañeros de estudio (si algún día leían el blog), así como a otros que habrían tomado algún curso de Hermenéutica, pero ¿cómo reflejaba eso la parte informática?

Entre los diversos nombres contemplados hubo algunos intentos por fusionar la idea del estudio bíblico con la informática y tecnología. Algunos fueron buenos, pero no convencían; otros se salían de la idea principal del blog. El nombre «El Hermenéutico» seguía pareciendo atractivo, pero aún no encajaba. Hasta que pensándolo más detenidamente, «informática» y «hermenéutica» rimaban, y lo que se quería hacer era ayudar a estudiar la Escritura utilizando la informática, por tanto el nombre podía reflejar una parte  de la inspiración para el blog y el contenido del sitio otra. No había duda, «El Hermenéutico» sería el nombre perfecto. Y así fue así como nació el nombre para este blog, conservando en él la esencia y el propósito principal que este sitio tiene.

El futuro del blog

Aunque parecería temprano para hablar sobre el futuro del sitio, no lo es tanto. Éste estará determinado por los lectores y por su apoyo y colaboración. Seguiré escribiendo mientras sea posible, tratando de compartir lo más que pueda y ayudando en la medida de lo posible a quienes lo necesiten.

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