Niños, adolescentes e internet, ¿una combinación difícil de evitar?

Internet se ha convertido es una parte importante en la sociedad actual. Niños y jóvenes «surfean» diariamente por la web, pero, ¿cómo hemos llegado a este punto? En esta entrada hablaremos un poco sobre esta combinación tan común hoy en día.

Un niño usando una computadora

Antes de empezar, debo aclarar algo: aún no soy una persona casada, y por lo tanto no tengo hijos. Sin embargo, he dado clases por casi 4 años, de los cuales en 2 de ellos me tocó trabajar con la sección primaria, que aquí en México comprende entre los 6 y 12 años de edad. En mi caso particular, el rango de edades que manejé fue 8 a 11 años.


 

Internet, la gran red de redes. Comunicación en tiempo real, videos de gatitos, mares de información al alcance de unas cuantas teclas y un click. Desde su nacimiento en 1989 bajo la mano de Sir Tim Berners-Lee la historia de la World Wide Web ha tenido un cambio increíble, el cual creo que en aquel entonces nadie se hubiera imaginado.

2015

Estamos en el año 2015, y el internet ha llegado a formar parte de la vida cotidiana de miles de personas. Ya no queda reservado sólo a unas cuantas personas que podían darse el lujo de pagar por el servicio (¡cómo no olvidar esos tiempos cuanto uno tenía que acudir a un ciber café pagando $12 pesos la hora!), puesto que ahora tenemos internet gratis en cafeterías, centros comerciales, hoteles ¡y aún hasta en los puestos de comida más sencillos! El internet ya no queda relegado a las cuatro esquinas de una computadora de escritorio, sino que ahora vive en nuestros dispositivos móviles como celulares, tablets, reproductores de música y próximamente, cualquier dispositivo que se nos ocurra debido al Internet de las cosas (The Internet of Things, en inglés) del cual hablaremos en otra ocasión.

Pero, ¿por qué digo todo esto antes de entrar al tema principal de esta entrada, que son los niños y adolescentes? Porque actualmente internet es usado diariamente por este sector de agradables personitas, y porque es necesario darse cuenta de que ellos nacen y crecen dentro de una sociedad donde internet juega un rol importante en la vida y desarrollo de las personas.

Papá, mamá, ¿puedo entrar a internet?

Recuerdo hace muchos años cuando nos encontrábamos en esa era del dial-up, cuando tenías que conectar un módem que hacía unos sonidos raros y graciosos mientras lograba la conexión con internet. Una vez que entrabas, podías respirar con alivio al haber tenido una conexión exitosa… siempre y cuando nadie levantara el teléfono, porque entonces «se iba el internet». En aquellos tiempos internet era lento, y los sitios mayormente se basaban en texto, con alguna que otra imagen, las cuales tardaban siglos en cargar.

Para poder acceder a internet en aquellos días era necesario, al menos en el caso de mis hermanas y mío, preguntar: «papá, mamá, ¿puedo entrar a internet?«. Como no se podían utilizar el teléfono y el módem al mismo tiempo, se tenía que programar el acceso a internet, para que no hubiera problema. Pero al día de hoy, con nuestras modernas conexiones y con las compañias ofreciéndonos el servicio de teléfono más internet simultáneas, ¿cuántos padres reciben esa pregunta día a día? En lo que he observado, creo que muy pocos, poquísimos de hecho.

chica-ignorando-a-mamaUn cuadro común que he visto el siguiente: después del colegio o en alguna sala de espera, los niños inmediatamente piden el celular a papá o mamá, a lo cual el padre o madre acceden a veces gustosamente, y otras, a regañadientes; los más grandecitos sacan de sus mochilas el celular que traían escondido para que su maestro o maestra no se los «decomisara» (me tocó hacerlo en una que otra ocasión) e inmediatamente se disponen a ignorar al mundo para compartir en las redes sociales lo mejor/peor del día escolar. Al tener el dispositivo en sus  manos, la gran mayoría de niños comienzan a jugar, pero otro porcentaje se dirige inmediatamente el navegador o a alguna aplicación social o de video, tal como los adolescentes suelen hacerlo.

Hoy en día no es difícil ver niños que disponen ya de un dispositivo móvil, sea celular o tablet, e inmediatamente buscar alguna red Wi-Fi libre a la cual acceder. ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué los niños tienen actualmente esa necesidad de estar en internet? ¿Por qué los adolescentes se «mueren» si se les acaba el saldo o no disponen de conexión? ¿Es malo que ambos grupos entren a internet? ¿Deberían los padres preocuparse por ello? Son muchas preguntas a las cuales no pretendo dar respuesta; al contrario, creo que cada padre de familia debería tomar estas preguntas y darles respuesta por él mismo.

¿Una combinación inevitable?

He aquí el meollo de este asunto: ¿es inevitable que los niños y adolescentes entren a internet? Alguno podría decir «¡por supuesto! En casa mis hijos no tienen permitido acceder a internet»«no tenemos internet en casa», pero, ¿quién le asegura a los padres que sus hijos no acceden desde otro lugar? Puede ser en la casa de su amigo, en el colegio o hasta en el mismísimo teléfono celular de mamá o papá que dejan en la mesa mientras toman una siesta, trabajan o preparan la comida; en otros casos, en su propio teléfono celular. En la sociedad actual internet está, prácticamente, en todas partes.

Madre e hija en internet

En lo personal, no recuerdo la primera vez que accedí a internet. Desde que tengo memoria siempre hemos tenido computadoras en casa, por lo cual aprendí a usarlas desde pequeño. Cuando internet llegó a nuestra casa lo usaba mayormente para buscar juegos, e incluso mi padre me enseñaba los comandos necesarios para poder descargarlos e instalarlos. Mi hermana mayor acostumbraba a buscar información sobre temas que llamaban su atención, y mi otra hermana era más sencilla, pues no le gustaba mucho utilizar las computadoras. A lo que voy al decir esto es que en muchas ocasiones, los padres son los primeros que llevan a sus hijos a tener contacto con internet. La pregunta que quedaría es, ¿qué uso le dan nuestros niños y adolescentes? ¿Debería preocuparnos lo que sucede dentro de ese cada vez mayor número de pantallas colocadas frente a nuestros niños y adolescentes?

Internet puede ser una herramienta muy útil para la búsqueda de información, para la comunicación con amigos y familiares lejanos. Incluso en la educación es una herramienta muy potente, ya que mediante él podemos acceder a sitios de aprendizaje en línea, o tomar cursos sobre algún tema que nos guste. Conozco personas cuyos hijos estudian en casa, mediante un sistema de e-learning, y por lo consiguiente, necesitan del acceso a internet. Es por ello que quizás pueda resonar aún poco más la pregunta ¿es una combinación inevitable?

Introducción a la serie «Seguridad online»

Internet también tiene su lado oscuro. Así como hay fotos y videos de gatitos distribuidos en grandes cantidades, así también hay cosas como pornografía, violencia, grupos delictivos y muchas otras cosas que atentan contra la seguridad natural y espiritual de aquellos a quienes intentamos proteger. Es por ello que he decidido escribir una serie de artículos sobre el tema de la seguridad en línea. Hablaré sobre los peligros que hay en internet, y cómo tanto padres como aquellos que tienen niños y jóvenes a su cargo -y aún adultos- pueden protegerlos de todo aquello que pudiera afectarlos al entrar a internet. Como ya dijimos, en muchas ocasiones es necesario entrar a la web ya sea por motivos de trabajo o estudio, y pienso que un poco de ayuda en esta área podría serle útil a más de uno.

Como siempre, agradezco a todos aquellos lectores que nos visitan. Si tienes algún comentario o sugerencia sobre este tema, ¡házmelo saber! Escribe aquí tu comentario o envíame un correo a la dirección que encontrarás en la página de contacto.

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